Desde el miércoles santo y hasta este viernes la vía que conduce hacia el municipio de Girardota, norte del Valle de Aburrá, está llena de peregrinos que, con gran devoción, llegan hasta la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, hogar del Señor Caído, a quien le atribuyen grandes milagros.
Personas de todo el país llegan hasta Girardota para pedir un milagro o agradecer algún favor recibido, por eso, desde la catedral, su párroco, el padre Héctor Hernán Acevedo recuerda que "acercarse a este lugar es acercarse con un corazón suplicante así como también con un corazón agradecido. A los peregrinos y devotos del Señor Caído les decimos: Bienvenidos".
Las puertas del templo estarán abiertas de forma permanente hasta las 12 de la media noche del viernes y, para quienes quieran hacer el viacrucis, éste comenzará a las 10 de la mañana.
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