Con preocupación las autoridades observan el aumento de los casos de personas quemadas con pólvora en Santander.
El reporte es de dos niños, dos adolescentes y dos adultos, que resultaron lesionados al manipular elementos pirotécnicos.
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“El caso más grave sucedió en el municipio de Ocamonte, donde un niño de 7 años tomó un volador y lo prendió en la estufa, la explosión le causó heridas en el rostro y las manos”, señaló Luis Alejandro Rivero, secretario de Salud de Santander.
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El funcionario hizo un nuevo llamado a los habitantes de la región para evitar que los niños y adolescentes manipulen pólvora.
“Nos preocupa que los casos puedan subir porque aún falta la celebración de la fiestas de navidad, fin de año y de reyes”, afirmó el secretario de Salud.
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Los seis casos de personas quemadas con pólvora se han presentado en los municipios de San Gil, Ocamonte, Floridablanca, Valle de San José y Matanza.