Leer a Luis Miguel Rivas es muy similar a comerse una trufita de chocolate, uno sabe que le espera algo en lo que el placer será el protagonista, pero no sabe en qué mordisco sucederá. La literatura de Rivas, atravesada por el lenguaje del barrio, de Medellín, tiene la consideración de un narrador que pese a que no lo ve todo, siempre está abierto para el lector. No es un espejo, sin embargo. Una ciudad que parece estancada en el tiempo y que escupe los últimos resquicios donde habita la ternura, la amistad y la belleza. En esta conversación con Luis Miguel, él en Buenos Aires y yo en Bogotá, hablamos sobre la poesía y el amor; acerca de esa fuerza demoledora que es la de escribir y sobre todo, sobre los amigos.
¡Histórico giro en el Congreso! La Plenaria del Senado aprobó en último debate la reforma laboral impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro, tras cuatro intensas jornadas de discusión y votación.
El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay continúa en una situación médica extremadamente delicada, según el más reciente informe emitido por la Fundación Santa Fe de Bogotá este martes 17 de junio. Tras una segunda intervención neuroquirúrgica de urgencia practicada el lunes, su condición sigue siendo de “máxima gravedad” y el pronóstico continúa reservado.
Nuevamente Gonzalo se encuentra en peligro, esta vez a cuenta del bando contrario al que dejó en ruinas su pueblo. El gobierno trata de recuperar el control de la situación, pero el dolor y la rabia de la gente es incontenible y arrasa con todo. La emisora vuelve a funcionar solamente por orden de las autoridades y Gonzalo y Laura deben hacer las paces con su verdad y su pasado para volver a trabajar juntos.
Un embarazo inesperado lo cambia todo. La ficción se confunde con la realidad. El asesinato de Gaitán, el caudillo que representa la esperanza de todo un pueblo, termina de alborotar los ánimos y la ciudad se vuelve un caos. Gonzalo debe lanzarse en medio de la multitud enfurecida a salvar a los dos amores que representan su pasado.
Las sospechas de Gonzalo resultan ser ciertas, pero Laura no deja ver la verdad que está escondiendo sino solamente a medias. Pero ella no es la única que oculta algo. Los tiempos en el país son igualmente convulsionados y la verdad también viene a buscar a Gonzalo y a enfrentarlo, directamente desde su pueblo y su pasado.