Enrique Iglesias fue criticado luego de su presentación en la ciudad de Durango, norte de México, donde cantó por casi dos horas como parte de la clausura de la Feria Nacional Durango (Fenadu).
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Uno de los momentos más polémicos fu cuando el cantante español agarró entre sus brazos a una fanática y le subió lentamente el vestido, con la mano puesta directamente sobre su trasero.
Iglesias ofreció todo un espectáculo en que incluso se bajó del escenario para saludar a algunas seguidoras y cantar con ellas sus canciones. Lo más sorprendió a los asistentes fue cuando se lanzó sobre una fanática y la besó.
Durante el concierto interpretó 16 canciones, con las cuales hizo un recorrido de 25 años de trayectoria artística enfundado en un "look" urbano totalmente negro.