Como un “gota a gota” describió el defensor del pueblo de Antioquia, Jaime Zapata, la llegada de las familias que han bajado una a una durante la semana.
Los enfrentamientos entre grupos armados ilegales continúan en las veredas de Campanario, Tigre y Alto del Tigre, lo que tiene atemorizados a los habitantes del sector.
Según Zapata, la situación de violencia en la parte rural se ha salido de control, ya que son 297 familias las que hoy se resguardan en varios puntos del casco urbano de ese municipio del Bajo Cauca antioqueño huyendo del conflicto.
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Zapata agregó que la mayoría de las familias se encuentran en el resguardo indígena y que espera solicitar lo más pronto posible una brigada de salud para evaluar las condiciones en el casco urbano.
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