Doña Juana: entienda qué pasó y cómo funciona el relleno sanitario de Bogotá

En medio de la polémica, ya repetida, de deslizamientos en el relleno de Doña Juana que afectan la salud de los bogotanos, vale la pena destacar datos relevantes del botadero para que usted se haga una idea de la dimensión y de la complejidad del tema que hoy, nuevamente, afecta a millones de bogotanos al sur de la ciudad:¿Cuándo se creó?Comenzó operaciones el primero de noviembre de 1988 ¿Qué es?Es una obra de ingeniería que dispone técnicamente de los residuos, de las basuras, de Bogotá pero también de los municipios de Cáqueza, Choachí, Chipaque, Fosca y Gutiérrez, Ubaque y Une. Cuenta con la capacidad técnica para, dependiendo del tipo de basura, separar y tratar los residuos para su disposición final.¿Cómo funciona?A diario, el relleno recibe cerca de 700 viajes diarios que transportan cerca de 6.400 toneladas de basura, es decir, unas 194.000 toneladas al mes las que se procesan en el botadero. Al llegar al lugar, las volquetas son pesadas, luego sus residuos separados: los de tipo médico (residuos hospitalarios) se disponen de manera especial y cuidadosa; en la zona de aprovechamiento se hace la operación de reciclaje para rescatar materiales reutilizables y luego el resto de los residuos pasan a la plataforma de disposición final donde se compacta la basura para rellenar los terrenos dispuestos para ello.Los lixiviados, residuos líquidos, se tratan en contenedores especiales (pondajes) que recojen los residuos sólidos y luego se pasan el líquido a una planta de tratamiento que vierte el material ya tratado al río Tunjuelo. ¿Dónde queda?El relleno sanitario de Doña Juana se ubica en una zona de 623 hectáreas en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Su acceso es sobre la vía al Llano antes de llegar a Usme.Vea aquí: Deficiente operación del relleno Doña Juana originó emergencia: Distrito¿Qué pasó?En la noche del 28 de abril se presentó un deslizamiento en la zona de compactación. Cerca de 60.000 toneladas se cayeron, generando grietas, y despidiendo fuertes olores que afectan la salud de los millones de bogotanos que habitan en la zona y en otras de las ciudades. Esto ya ha pasado antes. En 1997, más de 1,2 millones de toneladas se deslizaron generando una gran afectación en toda la ciudad, proceso judicial que aún se surte para indemnizar a los afectados.