Gustavo Arballo, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción de México, habló en Mañanas BLU sobre las afectaciones generadas por el sismo de 7.1 grados.
Arballo reveló que los edificios que se cayeron, cerca de 40, era construcciones anteriores de 1985 “porque después de eso se incrementaron los índices de seguridad y se podría decir que todos están hechos antisísmicos”.
Explicó que luego del terremoto de 1985 se creó una cultura “en la que los mexicanos están conscientes que los sismos no se pueden predecir, pero sí se puede estar preparado para enfrentarlos”.
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El presidente de la Cámara afirmó que, en esta oportunidad, muchas personas no pudieron evacuar a tiempo por el retraso en la alarma de evacuación “que normalmente suena cuando se siente algún tipo de vibración”.
El sismo de 7,1 grados dejó el martes al menos 248 muertos en México, entre ellos 21 niños en una escuela, mientras continuaban los rescates en edificios colapsados, sobre todo en la capital, que justo hace 32 años fue devastada por otro poderoso terremoto.