El Oporto se impuso este viernes en Lisboa al Benfica por 1-2 en el gran clásico luso, una victoria que le mantiene en la lucha por el título y acorta su ventaja sobre el líder de diez a siete puntos.
En la jornada 27, los goles del colombiano Matheus Uribe y del iraní Mehdi Taremi bastaron a los "dragones" para salir de la capital portuguesa con los tres puntos e infringir al Benfica su segunda derrota liguera de la temporada.
Las "águilas", por su parte, estuvieron lejos de su fútbol ofensivo que viene incendiando la Liga lusa y la "Champions", mérito también de los blanquiazules, que se mostraron muy bien organizados sobre el terreno de juego.
En un Viernes Santo de gran importancia para ambos, fue el Oporto quien empezó a todo gas, con mayor presión y al acecho de la ventaja.
Pero el Benfica, contra la corriente del partido y con una mezcla de talento y suerte, consiguió el primer gol.
En el minuto 10, tras un centro, Gonçalo Ramos saltó más alto que el veterano Pepe y envió el balón al larguero, que, a su vez, lo devolvió a la espalda del portero blanquiazul, Diogo Costa, para el 1-0.
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El gol en propia puerta no frenó a los "dragones", pero aportó algo de equilibrio a un partido con un sinfín de duras faltas y paradas, habituales en el siempre disputado clásico entre estos dos conjuntos.
El cuadro 'portista' tuvo más iniciativa, aunque sin crear muchas situaciones de peligro, lo que cambió al final de la primera parte, cuando Matheus Uribe marcó el 1-1.
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A los 45, Pepê, en el área, pasó con el hombro a Grujic, que no tuvo ninguna oportunidad de hacerse con el balón, ya que el colombiano llegó corriendo desde atrás y anotó tras un potente disparo.
Y al filo del descanso, el brasileño Galeno hizo el 1-2 y dejó paralizados a los más de 60.000 espectadores que acudieron al estadio, que volvieron a sonreír cuando el VAR reveló que el delantero del Oporto estaba 6 centímetros en fuera de juego.
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Fue el segundo gol anulado al Oporto, que ya había marcado en el minuto 42 por mediación de Manafá, pero hubo falta previa al guardameta del Benfica, Odisseas Vlachodimos.
Tras el descanso, la situación se invirtió. Con el Benfica más volcado en ataque, el Oporto, de contraataque, consiguió finalmente su segundo gol, obra de un disparo raso de Taremi a los 54.
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Los 'encarnados' buscaron el empate hasta el último suspiro, impotentes para evitar el peor de los escenarios ante uno de sus grandes rivales.
Así las cosas, el Benfica se mantiene al frente de la clasificación con 71 puntos, siete más que el Oporto, que este viernes demostró que no tiene intención de tirar la toalla.
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