Tras varios meses de investigación fue desarticulada la banda conocida como “Los castores”, que se dedicaba a la tala de árboles en la Serranía de los Yariguíes, un importante ecosistema de Santander que por estar bajo amenaza se convirtió en una reserva natural.
“Se logró la desarticulación de un grupo de delincuencia común organizada conocida como “los castores”, el cual se dedicaba a la comercialización ilegal de madera y guías para movilización de la misma, en los municipios de Vélez, Landázuri, Cimitarra y Santa Helena del Opón”, informó el coronel Carlos Cabrera, comandante de la Policía en Santander.
Según las autoridades la banda obtenía ganancias hasta de 190 millones de pesos mensuales por comercializar la madera.
“‘Eleazar’ cabecilla del grupo delincuencial, tenía el control de la deforestación y tala indiscriminada de árboles en la zona protegida de la Serranía de los Yariguíes, de igual forma realizaba la comercialización, transporte y venta de esta madera en diferentes partes del país”, añadió el oficial.
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