En un socavón en Segovia, Antioquia, agentes de la Policía encontraron una caleta donde supuestos integrantes del Clan del Golfo escondían sus explosivos.
El general Ramiro González, director de La Policía de Carabineros, dijo a Blu Radio que “en esta bodega artesanal se localizan 3.333 estopines, tres toneladas y media de explosivos, 40 kilos de mecha lenta y un decodificador que utilizaban para borrar huellas de los explosivos”.
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Además, reveló que durante la inspección descubrieron que esto habría sido hurtado de Indumil, los cuales tendrían como fin atentar contra la fuerza pública en la explotación de minas de oro de esta banda criminal.