El martes 27 de junio ocho exmilitares reconocieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que habían asesinado a 49 civiles para hacerlos pasar como guerrilleros en el municipio de Dabeiba, Antioquia. Diferentes sectores recordaron al partido del expresidente Álvaro Uribe, el Centro Democrático, que en febrero de 2021 tildaba esta información de "noticias falsas", a pesar de que más de 6.000 personas perdieron la vida. Sin embargo, el propio líder del Centro Democrático se refirió a estos hechos y dijo que “manchan la seguridad democrática”, asegurando que estos delitos son graves.
"Duele y mortifica que hayan negado los falsos positivos. Les creímos y ahora lo aceptan. Incluso la Fundación de Herbin Hoyos(QEPD) defendió un caso en Dabeiba anterior a mi Gobierno, y apoyamos esa defensa. Los cometidos durante mi Gobierno mancharon la seguridad democrática que tanto sirvió al país. Cualquiera de estos delitos es grave, sin importar el número ni los casos de falsas acusaciones. Me afecta aún más por mi inmenso cariño hacia los soldados y policías de Colombia", expresó en su cuenta de Twitter el líder natural del Centro Democrático.
En la audiencia de Dabeiba, fueron ocho los militares que reconocieron los nexos entre el Ejército y las autodefensas, así como el haber ordenado y cometido asesinatos con el propósito de hacerlos pasar como guerrilleros. Esto fue afirmado durante la audiencia por el coronel (r) Edie Pinzón Turcios, excomandante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) No. 26 'Arhuacos'."
Histórica audiencia en la JEP
El excoronel Edie Pinzón Turcios confesó que su modus operandi consistía en "asesinar personas vulnerables, estigmatizadas y señaladas de guerrilleros" en Dabeiba. "Destrocé una familia, dejé una esposa sin su esposo, dejé unas hijas sin su padre, dejé unos padres sin su hijo, impedí que un hombre trabajador continuara cultivando su tierra y haciendo de ella un mejor lugar", lamentó Pinzón.
El excoronel apuntó a "muchos factores" que los llevaron a incurrir en estas ejecuciones, uno de ellos la alianza con las extintas paramilitares AUC.
Los falsos positivos fueron ejecuciones de civiles por parte de miembros del Ejército que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios.
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Según la JEP, al menos 6.402 jóvenes inocentes fueron engañados con promesas de falsos trabajos y ejecutados por miembros del Ejército para mejorar las estadísticas de lucha contra la guerrilla y recibir recompensas a cambio.
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