Documentos de inteligencia, que reposan en manos de las Fuerzas Militares, evidencian que disidencias de las Farc, Clan del Golfo y ELN están buscando conquistar no solo rutas de narcotráfico, sino el propio negocio de la droga.
A los campesinos ya les están cobrando cerca de 250 mil pesos por no desplazarlos, pero además obligándolos a seguir cultivando hoja de coca y no acogerse a los programas de sustitución.
"Buscan generar ganancias para estas estructuras criminales, les cobran 250 mil pesos por hectárea de cultiva con matas de coca a los campesinos, también les cobran 250 mil pesos por kilo pasta a base de coca que produzcan. Esto, fuera de que ellos son los que compran la droga y la transportan y manejan rutas para llegar a la producción de la droga", dijo el coronel Raúl Vargas, comandante del comando específico del oriente.
Tropas de la Fuerza de Tarea Omega adelantan operaciones en contra de estos grupos armados.