En un peligroso ejercicio de equilibrio se ha convertido, para estudiantes y adultos mayores de Girón, atravesar el río de Oro, la comunidad debe pasar por un puente colgante, construido con tablas y cuerdas, totalmente deteriorado, de 20 metros de altura, para llegar a Bucaramanga.
Los habitantes aseguran que han ocurrido graves accidentes. Geovanny Quintero, quien utiliza el paso peatonal dice que, "aquí han quedado colgando más de uno, niños con las piernas totalmente estropeadas porque queda ahí entre las tablas que están podridas y las guayas están totalmente destruidas".
Las tablas que conforman el tablero de la estructura están averiadas y en algunos tramos separadas por varios centímetros dejando ver el caudaloso afluente; las vigas y amarres están oxidadas. A pesar del riesgo la población sigue pasando por el puente.
“Pues como uno ya está acostumbrado le da igual, pero siempre es peligroso porque el Puente está deteriorado y eso", manifiesta Maritza Niño, afectada.
Otra madre de familia manifiesta que en ocasiones ellos mismos son quienes arreglan los tramos dañados.
“Nosotros por ahí le colocamos tablas para reforzarlo y eso. Necesitamos una ayuda o un arreglo para ese puente”, anotó Azucena Rodríguez.
Aunque la comunidad ganó una acción popular obligando a las alcaldías de Bucaramanga y Girón a construir un nuevo puente, hasta el momento no hay obras.
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La secretaria de infraestructura de Girón, María del Socorro Torres dijo que esperan en el menor tiempo posible tener los estudios y diseños para lograr la adecuación del puente para evitar algún accidente.
Diariamente 1.500 personas utilizan el puente colgante que no ha recibido mantenimiento en más de 20 años.