Irma Segovia recuerda como si fuera ayer los días en que acompañaba a su papá a tomar el ferry para cruzar el río Magadalena cada vez que iban a visitar a su abuela en Santa Marta.
Han pasado casi 50 años de aquellas travesías que llegaron a su fin con la inauguración, en 1974, de ese al que todos llamaban puente Pumarejo (en realidad nombrado Laureano Gómez por el Gobierno)y al que sus ojos de niña vieron asombrados, como si se tratara de un gigante, la primera vez que lo atravesó.
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Pero nada se compara con la emoción que le despierta el nuevo puente Pumarejo, construido paralelo al viejo, a un lado del terminal fluvial y marítimo de Barranquilla, y que por su dimensión hace ver al gigante de antaño como un enano.
"Es impresionante", comenta Irma, "te deja con la boca abierta".
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Como ella, los barranquilleros y todos los que observan el puente se maravillan ante su dimensión. Este viernes, el presidente Iván Duque realizará el acto simbólico de unión de las dos placas centrales de la estructura, con lo que quedará prácticamente lista para su inauguración el 31 de diciembre.
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Con 19 meses de retraso, pues su entrega se contempló inicialmente para mayo de 2018, el puente será el más largo del país con sus 3.237 metros de longitud (2.247 en el eje principal y 990 en conexiones y accesos) y uno de los más anchos de Latinoamérica con 38 metros repartidos en seis carriles.
La construcción está a cargo del Consorcio SES Puente Magdalena, liderado por la española Sacyr y la colombiana Esgamo Ingeniería Constructores. La inversión es de 730.000 millones de pesos.
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aspecto que no brinda la vieja estructura. En tal sentido, el gálibo de esta megaobra de ingeniería es de 45 metros.
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"En octubre comenzaremos con las pruebas de carga, estamos seguros de que no habrá inconveniente para tenerlo listo en diciembre", precisa el ingeniero David Gutiérrez, director del proyecto.
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En la construcción del puente, que comenzó en 2015, se utilizaron 33.000 toneladas de acero y 180.000 metros cúbicos de concreto.
Sobre el viejo puente que tan buenos servicios prestó por 45 años, la idea que más cobra fuerza es que los extremos se conviertan en un mirador turístico luego de derribar la parte central.
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