La ONU lanzó su voz de alarma por los desplazamientos en el municipio de Bajo Baudó, como consecuencia de la presencia y el enfrentamiento de grupos armados.
Según el organismo internacional, el número de personas desplazadas aumentó a 690 por la llegada de una nueva comunidad indígena, lo que representa al menos 115 familias en riesgo.
Entre los desplazados hay 254 niños en edad escolar y 15 docentes sin acceso a educación.
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Las comunidades afectadas por la presencia de grupos armados son las comunidades indígenas de Puerto Embera (223 personas, 36 familias), Virudó Puerto Samaria (239 personas, 44 familias) y El Chorro (106 personas, 16 familias), además de comunidades Pavasa afrodescendientes de El piñal (80 personas, 14 familias) y Terrón Bella Luz (42 personas, 5 familias), para un total de 690 personas de 105 familias
El principal vacío identificado por Naciones Unidas está en los albergues, dado que la población desplazada se encuentra en condiciones de hacinamiento sin los elementos mínimos de hábitat, como colchonetas, frazadas, implementos de aseo ni utensilios de cocina, sin olvidar que tampoco hay agua apta para el consumo y se presenta desabastecimiento de alimentos.
Finalmente, la preocupación es mayor por la presunta presencia de minas antipersona y municiones sin explotar.