El autor de la pésima ejecución fue Tomas Bastos en la victoria de su equipo, el Botafogo, frente a Mogi Mirim en el fútbol brasilero.
Inmediatamente sucedió, las críticas no se hicieron esperar en las redes sociales y un festín de burlas de sus compañeros, asistentes y rivales se escuchaban en los pasillos de camerinos e incluso a las afueras del estadio.
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Bastos, posteriormente marcó un gol que de poco sirvió para borrar lo que muchos consideran “el peor tiro de esquina en la historia del fútbol”.