De forma colectiva, campesinos de la localidad de Sumapaz, Bogotá, pidieron a la Unidad de Víctimas, que sean reconocidos como tal, luego de que la entidad respondiera de manera negativa, a la petición de que esa localidad, fuera sujeto de reparación.
“La comunidad campesina de Sumapaz, a lo largo de su historia, ha vivido distintos momentos de violencia, cruzados por la estigmatización y la violencia política, donde el campesinado, sus organizaciones y el territorio mismo se han convertido en víctima de conflicto armado”, se indicó desde el equipo técnico de acompañamiento Terrepaz.
“El escaso reconocimiento a sus víctimas, está relacionado a la escasa presencia estatal. El desconocimiento y el miedo que aún persista en las víctimas”, añaden.
El pasado 27 de agosto, se llevó a cabo el lanzamiento del PDET en Bogotá, y ese día quedó enmarcado por un acto de perdón en el que exmiembros de la antigua guerrilla de las Farc estuvieron frente a quienes resultaron víctimas del conflicto.
Además, ese evento dejó una imagen donde la señora Carmenza Adriana López, integrante de la mesa de participación local de víctimas de Sumapaz, se rehusó a recibir un abrazo de la senadora Sandra Ramírez, hasta que se entregara la verdad, y es justo Adriana, quien, entre otras personas, lidera esta petición.
“Para nosotros como comunidad de Sumapaz es muy importante que la Unidad de Víctimas reconozca colectivamente a Sumapaz y se tenga en cuenta todas las pruebas que enviamos y que sirvan como aporte para que sea reconocido”, dijo.
“Esta es una localidad que por muchos años vivió la violencia y fue invisibilizada por las entidades que no nos tuvieron en cuenta. Se hicieron las declaraciones en 2016, para que las personas fueran reconocidas individualmente y tampoco se dio”, explicó.
Los campesinos recuerdan que, entre los hechos violentos que marcaron a la localidad de Sumapaz, están los continuos enfrentamientos que se registraban en medio de las comunidades, las amenazas a las personas en los años 90 y 2000, además del reclutamiento forzado de menores de edad, y dos de los que más repercusión tuvieron: la desaparición en el 2008 de la desaparición y posterior asesinato del líder Guillermo Alberto Leal y la muerte de Fanny Torres y Fernando Morales, también defensores de derechos en la población.
Hoy, varios campesinos y líderes de Sumapaz, radicaron ante la Unidad de Víctimas, la solicitud para que sean reconocidos, y manifiestan la importancia de que esto suceda.
“Es muy doloroso para nosotros; era terrorífico saber que cuando llegaba el Ejército a la casa, al poco tiempo podía llegar la guerrilla y acusarnos de informantes, y que, si llegaba la guerrilla, probablemente llegaba el Ejército después y a decir que éramos colaboradores y luego nos judicializaban. Entonces siempre estuvimos en medio de ese fuego cruzado, y siempre fuimos víctimas”, recordó uno de los campesinos.
Ese y otros testimonios buscan ser tenidos en cuenta como aporte a la verdad y que en otra decisión, la entidad adscrita al gobierno pueda incluir a la comunidad de Sumapaz como víctimas y puedan recibir lo que en otros espacios sí se puede bajo el marco de reconocimiento.