Decreto sobre coronavirus está bien encaminado, pero falta claridad

El decreto de la discordia entre el Gobierno nacional y los alcaldes y gobernadores es el 418 de 2020, que deja en cabeza del presidente de la República el manejo del orden público para prevenir y controlar la propagación del coronavirus, en el marco de la emergencia sanitaria que había sido decretada hace casi una semana.Adicionalmente señala que las instrucciones, actos y órdenes del presidente en materia de orden público, dentro de esta emergencia sanitaria, se aplicarán de manera inmediata y preferente sobre las disposiciones de alcaldes y gobernadores, pero además señala que esa prevalencia aplica en los actos de los gobernadores sobre los de los alcaldes.Vea aquí: Pánico en un bus que salió de Bogotá por supuesto pasajero con coronavirusTambién señala el decreto que las disposiciones para el manejo del orden público de las autoridades departamentales, municipales y distritales deben ser previamente coordinadas y estar acorde a las instrucciones dadas por el presidente de la República.Además, explica que esas disposiciones locales, distritales o regionales deben ser coordinadas previamente con la Fuerza Pública en la jurisdicción respectiva y luego dice que todos esos actos y medidas de alcaldes y gobernadores deberán ser comunicados de manera inmediata al Ministerio del Interior.Concluye el decreto 418 que los alcaldes y gobernadores que lo incumplan, se someterán a posibles sanciones.El decreto está bien encaminado, porque debe quedar en manos del Gobierno nacional el manejo de una situación compleja como la que hoy enfrentamos en el país, pero la falta de claridad sobre las medidas que ya se habían adoptado por parte de algunos alcaldes y gobernadores, causaron confusión y malestar.Escuche la opinión de Ricardo Ospina en Mañanas BLU: