Es el momento de desafiar tanta grosería y soberbia con amabilidad

Vivimos en un momento en el que se ha confundido la amabilidad con la debilidad. Se desprecia a aquellos que se esfuerzan por ser amables con las personas con las que interactúan. La grosería se confunde conla sinceridad y la patanería con la franqueza. Se sospecha de aquellas personas que son capaces de cuidar sus palabras y tratan de ser respetuosas con los demás.

Necesitamos recuperar la amabilidad, esa actitud de mostrar bondad, comprensión, respeto y cortesía hacia los demás. Actuar de manera considerada y compasiva, buscando el bienestar y la felicidad de quienes nos rodean. Ser amable va más allá de simplemente ser educado; es un acto genuino de generosidad y empatía hacia los demás.

Pero no solo se trata de mostrar una buena condición, sino también de generar emociones de bienestar que nos permitan vivir sanamente. No creoque nadie que viva de amargura, irrespeto, insultos o descalificaciones hacia otros pueda estar sano y disfrutar de la vida.

De hecho, recientemente leí un artículo que informaba sobre un estudio realizado por la doctora Tristane Inagaki, de la Universidad Estatal de San Diego, sobre el impacto significativo que la amabilidad tiene en la reducción de la inflamación crónica en el cuerpo humano.

Este hallazgo es relevante porque la inflamación crónica se ha asociado con una serie de enfermedades y trastornos, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, artritis y trastornos autoinmunes, entre otros. Los resultados de la investigación sugieren que los actos de amabilidad pueden desencadenar respuestas fisiológicas positivas en el organismo, como la liberación de hormonas y neurotransmisores que promueven el bienestar y reducen la inflamación.

Además, la amabilidad puede tener efectos beneficiosos en la salud mental, como la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la salud física. Es decir, no solo beneficia a las relaciones interpersonales la amabilidad, sino que también tiene una influencia muy importante en la salud general de las personas.

Es el momento de desafiar tanta grosería y soberbia con amabilidad. Estoy seguro de que cuanto más amables seamos, más felices nos sentiremos.