Paro del 21 de noviembre, tema de discusión nacional: opinión de Ricardo Ospina

Mientras se acerca la fecha del 21 de noviembre, día del paro nacional, muchos elementos comienzan a entrar en juego sobre el talante y los objetivos de la manifestación.

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El Gobierno intenta “apagar el incendio” con un cambio en el mensaje: ya no solamente se está dedicando a desmentir consignas de los manifestantes como las reformas laboral y pensional, sino que el presidente Iván Duque con claridad ha dicho que las protestas son un derecho legítimo, eso sí, dentro del marco de la ley, sin desmanes ni vandalismo.

Desde la Iglesia católica, los obispos justificaron el paro considerando que los colombianos no hemos logrado superar problemas asociados a “la corrupción, la inequidad social, el desempleo y la imposibilidad de amplios sectores para acceder a los servicios básicos de alimentación, salud y educación”.

Además, la Iglesia pide que la marcha esté alejada de violencia y de vandalismo y sobre todo, “no debe prestarse a intereses personales ni a la implementación de ideologías”.

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Otro elemento importante en las últimas horas está relacionado con la captura de 11 extranjeros, la mayoría venezolanos y chilenos, que estarían organizando actos violentos y de vandalismo durante la jornada del paro nacional.

Mientras, los indígenas anuncian su marcha a Bogotá para pedirle al Gobierno que haga algo para evitar que los sigan asesinando. Por su parte, el senador Gustavo Petro hizo un llamado a los artistas colombianos para que se sumen a las manifestaciones.

Todos están hablando en el país sobre el paro del 21 de noviembre. Hay que asumir la decisión sobre si se participa o no con absoluta responsabilidad, de manera pacífica y alejados de intereses mezquinos.

Escuche aquí la editorial de Ricardo Ospina en Mañanas BLU: