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Según la secretaría de Salud de Medellín, la ciudad tiene una disponibilidad de 887 camas en Unidades de Cuidados Intensivos para atender la pandemia. De estas, 327 están ocupadas con pacientes COVID, 43 con IRA (Infección respiratoria aguda), y 281 con otras patologías, lo que se traduce en una ocupación del 73,4%.
No obstante, hay 29 camas UCI que han debido bloquearse, y por ende no pueden ser usadas por los pacientes.
Ruth Mena, subsecretaria de Gestión de Servicios de Salud de Medellín, explicó que el principal motivo es que estas camas están en habitaciones compartidas, por lo que solo puede estar un paciente en esos espacios.
“Ese aislamiento significa que tenemos unos diagnósticos de pacientes que no permiten estar acompañados de otros, tenemos habitaciones múltiples, entonces si llega una persona con COVID a esas camas nos bloquea las demás, ya que no podemos compartir los diagnósticos por riesgo y por la seguridad de los pacientes”, explicó.
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Según la Alcaldía, del total de camas UCI bloqueadas 14 están sin prestar servicio por razones de aislamiento, por el problema con las habitaciones compartidas; 12 camas estarían bloqueadas por falta de talento humano disponible, y otras 3 por labores de mantenimiento.
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