El consumo de vapeadores y cigarrillos electrónicos ha ido en aumento en los últimos años, e incluso con el auge de las redes sociales están de moda entre grandes influencers.
Aún así existen muchas dudas en torno a estos dispositivos. ¿Realmente son menos perjudiciales para la salud que los cigarrillos convencionales? ¿Qué contienen y cómo funcionan? Dos bacteriólogas de la Univerdad Javeriana se dierona a la tarea de investigar y desmentir mitos de estos dispositivos.
1. ¿Los vapeadores y cigarrillos electrónicos son diferentes?
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Los vapeadores y cigarrillos electrónicos son los mismos dispositivos que calientan una solución líquida para producir un vapor que el usuario inhala, similar al aerosol producido por un desodorante.
Estos dispositivos surgieron en 2003 con la creación del primer cigarrillo electrónico a base de nicotina. Desde entonces, su popularidad ha ido en aumento y actualmente son utilizados por más de 315.000 personas en Colombia, según la última Encuesta de Calidad de Vida publicada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
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2. ¿No generan adicción o dependencia?
Aunque se promocionan como alternativas más saludables a los cigarrillos tradicionales, aún hay muchos debates en torno a los riesgos para la salud asociados con su uso.
Muchos vapeadores y cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva. Y los que no, han mostrado que generan dependencia por su habitual uso.
3. ¿No tiene efectos en la salud mental?
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Según las expertas, el consumo habitual de vapeador sí genera un impacto en la salud dental, principalmente con asociados enfermadades periodentales, es decir, de las encias.
4. ¿Nadie se ha muerto por usar vaepadores?
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En el 2019 se reportaron cerca de 68 muertes en jóvenes adultos asocidadas a lesiones pulmonares generadas por el consumo de vapeadores.
5. ¿El vapor es perjudicial para las personas alrededor?
El vapor de los cigarrillos electrónicos contiene una variedad de productos químicos dañinos, incluyendo metales pesados y partículas ultrafinas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar daño, no solo al que consume, sino a quienes están alrededor.
Tampoco hay evidencia sólida de que los vapeadores y cigarrillos electrónicos ayuden a dejar de fumar. De hecho, algunos estudios sugieren que pueden aumentar el riesgo de volver a fumar cigarrillos convencionales.
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