Cabo estuvo abandonado por años en La Guajira, pero su vida dio un giro a principios de este año. Hasta esa zona llegó Manejo Humanitario de la Fauna Callejera, un grupo animalista que visita frecuentemente esa zona para rescatar perritos que se ven enfrentados a las más duras condiciones.
Cabo es un guerrero, lo encontraron lleno de tumores y heridas y desde su llegada a Medellín ha sido sometido a un arduo tratamiento. Fue hospitalizado durante más de un mes y respondió bien a los cuidados.
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Ya es un perro adulto y encontrar quién lo adopte no ha sido tarea fácil. Mientras tanto, sus cuidadores se ingeniaron una campaña para recoger el dinero necesario y terminar de brindarle lo que necesita para recuperarse.
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Vea cómo puede ayudarlo:
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