Fiscalía busca a responsables de error en identificación de víctimas del Palacio

Por Ricardo Ospina

La Fiscalía iniciará una nueva investigación para determinar las responsabilidades penales de funcionarios y directivos de Medicina Legal e integrantes del Ejército, la Policía, el DAS y el F2 que por acción u omisión, propiciaron una larga y escandalosa cadena de fallas en la identificación y entrega de los cadáveres de los más de 82 fallecidos durante el Holocausto del Palacio de Justicia.

BLU Radio tuvo acceso al voluminoso expediente que reposa en el despacho de la Fiscal Cuarta Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, Jenny Claudia Almeyda, en el que se encuentra la hoja de ruta utilizada por los investigadores para lograr la identificación de tres de las desaparecidas forzosamente desde el 7 de Noviembre de 1985, en las tumbas de personas muertas en el Holocausto y en cajas llenas de restos humanos, que permanecían archivadas desde 1998 en una vieja bodega del búnker de la Fiscalía.

Lo primero que se encuentra al revisar el trabajo metódico de los fiscales de este trascendental caso, es que su punto de partida se produjo en 2013, cuando el Fiscal general de la Nación Eduardo Montealegre, ordenó la unificación de todos los procesos relacionados con delitos cometidos durante la toma y posterior retoma del Palacio de Justicia.  (Lea también: Restos de desaparecidas estaban en las tumbas de otras víctimas del Palacio)

Una vez se logra la consolidación de casos, la Fiscal del proceso decidió iniciar una labor que nadie adelantó en 16 años: revisar a quiénes pertenecían los restos óseos que reposaban en 89 cajas de cartón guardadas cuidadosamente en las oficinas del CTI, luego de una gran exhumación de cuerpos llevada a cabo en una fosa común ubicada en el Cementerio del Sur, en 1998.

Tres mujeres, dos cajas

Los primeros frutos de ese trabajo forense, se dieron en noviembre de 2014, cuando luego de cotejar el ADN de los restos óseos hallados en las cajas 55 y 55A, según la nomenclatura de la Fiscalía, descubren que allí hay despojos de tres mujeres.

En principio y luego de hacer los respectivos cotejos con el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres, Sirdec, los forenses encuentran que dos de las tres mujeres a las que corresponden los huesos hallados son Carmen Cristina Garzón, alias “Violeta”, una de las más reconocidas guerrilleras del M-19 muertas durante la Toma del Palacio de Justicia y Mónica Molina, que permanecían desaparecidas desde el siete de noviembre de 1985.

Sin embargo, aún no tenían la identidad de la persona a la que correspondían unas pocas vértebras que no coincidían con el ADN de las dos guerrilleras: una vez la fiscal Almeyda logra incluir el código genético de los familiares de los 11 desaparecidos en los sistemas estatales, los expertos forenses logran establecer que la mujer sin identificar era Lucy Amparo Oviedo, visitante ocasional que estaba en el Palacio de Justicia porque iba a llevarle una hoja de vida al recordado presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía.

De los pocos huesos que se encontraron de Lucy Amparo Oviedo, la Fiscalía y los forenses han podido establecer que su cuerpo resultó casi totalmente incinerado, hecho que incluso es evidente en las vértebras halladas en la caja 55 de evidencias.

Hay que recordar que una de las peores situaciones que se vivieron durante el Holocausto del Palacio de Justicia fue el infierno que se originó luego de que el Ejército y el M-19 iniciaran tres voraces incendios en la fachada, en el segundo y en el cuarto piso de la edificación.

Actuación de Medicina Legal, Policía y Ejército

Para la Fiscalía, la actuación de Medicina Legal y de la Policía, el Ejército y otros organismos de seguridad en el momento de hacer las necropsias e identificar a los fallecidos durante la toma y retoma del Palacio de Justicia, llevó a tres palabras que originaron todo el caos en ese proceso: incineración de cuerpos, fragmentación de cadáveres y mezcla de despojos entre unos y otros fallecidos.

Otra de las claves de la Fiscalía para iniciar la resolución de 30 años de impunidad en este caso, tiene que ver con la búsqueda del cumplimiento de la orden de la justicia en las condenas al coronel Luis Alfonso Plazas Vega y al general Jesús Armando Arias Cabrales, para que se determine la plena certeza de la desaparición de 9 empleados de la cafetería y otras personas.

Para cumplir con ese fin, la fiscal Jenny Claudia Almeyda toma como sustento el informe de la Comisión de la Verdad y elige 14 casos de inhumaciones de fallecidos en el Palacio de Justicia en los que pudo haber errores de identificación y procede a su exhumación para contrastar su identidad a partir de marzo de 2015.

Esa tarea la lleva junto a la subunidad de exhumaciones a varios lotes ubicados en Jardines de Paz, en la Autopista Norte de Bogotá, en donde no se sabe por qué, hay un lugar destinado exclusivamente a las víctimas mortales del Holocausto del Palacio de Justicia.

El fatídico cumpleaños de María Isabel Ferro de Velásquez

A cada uno de los restos óseos les hicieron el respectivo cotejo de ADN con sus familiares para verificar su plena identidad. Todos los casos correspondían a hechos reales, hasta que los investigadores llegaron a la tumba de María Isabel Ferro de Velásquez.

La señora Ferro era oriunda de Cartagena, casualmente estaba cumpliendo años el fatídico seis de noviembre de 1985 y decidió entrar al Palacio de Justicia a visitar a una amiga suya que era secretaria de un magistrado.

María Isabel Ferro murió en la toma del Palacio, o bueno, eso es lo que hasta ahora se cree, porque la Fiscalía ha podido establecer que fue tan precaria la tarea científica que su identificación solamente se hizo a través de una marca de zapatos que llevaba ese día.

Al hijo de María Ferrer le entregaron unos restos humanos en una bolsa de polietileno y decidió de inmediato llevarlos a Jardines de Paz y darles sepultura.

María Isabel Ferro vuelve a desaparecer

La sorpresa de los investigadores fue mayúscula al encontrar que luego de hacer las pruebas de ADN, los supuestos restos de María Isabel Ferro en realidad corresponden a Cristina del Pilar Guarín, desaparecida desde hace 30 años y adicionalmente hallaron los huesos de los pies correspondientes a otra persona, que aún no se encuentra identificada.

De Cristina Guarín solamente hallaron un fémur, dos huesos de los brazos y dos fragmentos de su cráneo, todos completamente incinerados, lo que también lleva a los investigadores a suponer que murió en uno de los incendios provocados en la toma del Palacio de Justicia.  (Lea aquí: Identificación compensa lucha de 30 años: hermano de víctima Palacio de Justicia)

Fuentes de la Fiscalía también han señalado que tienen prácticamente descartado que militares u otras personas hayan “plantado” los huesos de Cristina Guarín en esa fosa, pues entre otras cosas, pareciera que ese lugar permanece quieto desde el 9 de noviembre de 1985, cuando se realizó el sepelio de quien era considerada María Ferrer.

Esa situación lleva a concluir que mientras aparecen los restos de Cristina Guarín, a la lista de desaparecidos en el Palacio de Justicia se suma María Ferrer de Velásquez.

Libia Rincón Mora vuelve a desaparecer

El tercer caso es el de Luz Mary Portela León, humilde auxiliar de la cafetería del Palacio de Justicia, cuyos restos aparecieron en la tumba de Jardines de Paz en donde supuestamente reposaban los despojos de la magistrada auxiliar Libia Rincón Mora, quien ahora se suma al listado de desaparecidos en el Palacio de Justicia. Los restos de Luz Mary Portela también aparecieron incinerados.

Podría haber nuevos desaparecidos

Como si esto fuera poco, hay incertidumbre sobre la identidad de otras tres personas supuestamente fallecidas durante el Holocausto del Palacio de Justicia:

El cuerpo sepultado con el nombre del magistrado Pedro Elías Serrano aparentemente no es el de él, sino el de una mujer sin identificar: su ADN será enviado a Austria para hacer cotejos con el ADN de su madre para tener certeza sobre esa sospecha:

Emiro Sandoval, magistrado que llevaba en su despacho casos muy sensibles por torturas cometidas por militares.

Cecilia Concha, magistrada auxiliar, quien luego de haberse adelantado las pruebas de ADN, se descartó que el sepultado fuera su cuerpo, ya que corresponde a otro hombre no identificado.

¿Quién es el responsable de la confusión?

Ahora las baterías de la Fiscalía se enfilan a individualizar a los responsables de semejante desorden en la identificación de los cuerpos de los fallecidos en el Palacio de Justicia.

Una de las preguntas que tendrá que contestarse en el caso es por qué el general Gustavo Socha Salamanca, según dicen familiares de los desaparecidos en el Palacio de Justicia, se habría llevado sin pedir permiso a nadie, más de 20 cadáveres de víctimas del Palacio de Justicia al Cementerio del Sur, en donde terminaron mezclados con cuerpos de animales y de los fallecidos en la avalancha de Armero.

Durante todo el martes, la Fiscalía y Medicina Legal adelantaron por lo menos nueve reuniones con los familiares de los desaparecidos que aparecieron y con los seres queridos de las personas que ahora no saben dónde están los restos de sus deudos.

Los encuentros sostenidos en las últimas horas en la Sede de Medicina Legal y que significan un momento histórico para las víctimas de la violencia en el país, serán incorporados al proceso penal que adelanta la Fiscal Cuarta Delegada ante la Corte Suprema de Justicia.