Regresa Estralandia, en forma de fichas más modernas

por Erwin Strauss quien había llegado a Colombia algunos años atrás.

Fue Strauss quien trajo al país el “Plastisol”, que es una goma para fabricar pelotas y balones de juguete. En esa época el plástico comenzaba un auge y fue él quien importó la primera máquina de rotación para elaborar pelotas de vinilo.

Estra tiene marcas que son muy recordadas entre los colombianos, como las vajillas Melmac de los años 60 y las líneas de hogar de los 70. Pero quizás la década más interesante fue la de los 80, donde entraron en el negocio de la juguetería, con juegos tan famosos como Estralandia y Batalla Naval, y eran ellos también los que fabricaban los famosos yo-yos de Coca Cola.

Desde hace unos dos años la compañía está viviendo una transformación bastante importante que está siendo dirigida por su presidente, Juan Fernando Gómez, quien ha diversificado productos y ha entrado en el negocio de las tiendas propias donde venden sus productos tradicionales de plástico para el hogar. Hoy tienen 18 tiendas que representan el 17% de sus ventas, pero esperan tener unas 40 en unos 3 a 4 años, cuando deberían estar facturando unos 160 mil millones de pesos al año.

Están tratando de desarrollar nuevas productos, más prácticos en sus canales de hogar e infantil, donde son los licenciatarios de Disney y Mattel para fabricar vajillas, loncheras, pocillos, etc.

Y aquí es donde vienen las movidas interesantes. En esa línea infantil están invirtiendo capital para desarrollar organizadores y otra serie de productos que serán bautizados como EstraKids y hacer también una apuesta por recuperar juegos básicos como el trompo o la pirinola.

Y el gran secreto es revivir de nuevo el popular Estralandia. Eso sí, no será inmediato, pero sí en el mediano o largo plazo. Estralandia desapareció del mercado hace muchos años y tenía un juego muy famoso que se llamaba “El Genio Constructor”. Ahora están desarrollando unos dummies muy estilizados con fichas, o ladrillos que no corten, y con muchas dimensiones, colores y con tipos de casas y carros para armar más modernos. Eso está en prueba porque la fabricación de esas fichas funciona con moldes que son bastante costosos. La idea es que siga siendo un juego muy manual y libre.

Estralandia se hizo grande en los 80, y al final se convirtió en un Lego a la colombina. Dicen en Estra que se diferencian del Lego porque la suyas podrían ser fichas libres para armar lo que sea y el Lego se ha enfocado en armar cosas determinadas con manuales.

Ahora, el rey de esos juegos de armar y desarmar es sin duda la danesa Lego, que incluso tiene almacenes en Colombia. Hace poco se convirtió en el segundo mayor fabricante de juguetes después de Mattel y hasta el primer semestre de este año había vendido 1.840 millones de dólares. Ese éxito se debe en parte a que esos juegos se han atado a películas y series.

Estra está evaluando cómo entrar de nuevo al mercado su Estralandia y tirando muchos números porque yo no sé si un niño de hoy cambie el PlayStation o el Wii por unas fichas para armar.

En todo caso Estra está en ese proceso de transformación para seguir siendo líder en todos esos productos de plástico para el hogar y las empresas.