Convocamos al Gobierno a formular una nueva política contra el crimen: Fiscal

En el marco del acto de celebración de los 25 años de la Fiscalía General de la Nación, Néstor Humberto Martínez agradeció a los 25.000 colaboradores de la entidad por su compromiso y además mostró su apreció y admiración a los anteriores fiscales han pasado por el ente investigador.

En medio de su discurso, el fiscal general hizo énfasis en la necesidad de convocar al Gobierno a formular una nueva política contra el crimen puesto que ve con grave preocupación un colapsó el sistema penal acusatorio.                         

“Tenemos 112 mil audiencias represadas, de ellos 17 mil son audiencias de imputación y están programadas audiencias a más de un año”, agregó.    

“Hay más de 2 mil audiencias de acusación pendientes. Están pendientes 10 mil decisiones de jueces por acasos de preacuerdos y aceptación de cargos, además de 15.798 personas que a pesar de aceptar cargos o lograr preacuerdos, no se ha resuelto su situación jurídica”, dijo.      

El fiscal también hizo referencia al crecimiento de la tasa de homicidios dolosos en el país: “Este fenómeno debe atribuir a la irrupción en las zonas del postconflicto de estructuras criminales y nuevas bandas qué hacen imperioso que el Estado asuma la institucionalidad en estas zonas, esto es asegurarle al ciudadano de a pie la seguridad ciudadana”, aseguró.

Por otra parte, Martínez afirmó que la Fiscalía no es el "palo en la rueda" de La Paz, como lo afirman los desmovilizados de las Farc.

"La JEP es la encargada de cerrar el conflicto en Colombia y la tesis de competencia con normas diferenciarles para agentes del Estado y terceros, hace pensar que no es la Fiscalía el palo en la rueda en la paz estable y duradera".

Y pidió por parte del Gobierno un consenso para el alcance de la JEP como única jurisdicción competente para el juzgamiento de las conductas cometidas con anterioridad al primero de diciembre de 2016.

El jefe del ente investigador advirtió sobre las nuevas amenazas terroristas, como las de los activistas que han sido los responsables de los recientes atentados en Bogotá.

"El Estado no puede permitir que en la vida social irrumpan jóvenes profesionales cultivados en las ciencias sociales que hacen de la anarquía violenta su forma de vida", concluyó.