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el pasado fin de semana en las principales ciudades de Brasil tiene como objetivo obtener una respuesta de la presidenta.
“Creemos que este Gobierno no tiene más condiciones para seguir en la presidencia de Brasil por motivos jurídicos, políticos y especialmente morales”, manifestó.
Agregó que las protestas tienen un foco claro porque buscan que “Dilma se vaya y protestamos para dar más fuerza a la petición que se pasó a la Cámara de Diputados de Brasil para que tengamos la oportunidad de tener un nuevo momento en la política brasileña, sin Dilma y preferencialmente in Lula, quien estaría involucrado en todos los puntos de corrupción que se están desarrollando”.
Casi un millón de brasileños salieron a las calles el domingo por tercera vez en seis meses al grito de "¡Fuera Dilma!", reclamando su renuncia, nuevas elecciones o el 'impeachment' (juicio político) de la exguerrillera de 67 años que comenzó su segundo mandato hace menos de ocho meses.
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La popularidad de Rousseff ha caído a cifras de un dígito tras cuatro años de frágil o nulo crecimiento económico, además de esta confabulación en la petrolera Petrobras.
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Por su parte, Rousseff dijo la semana pasada que "jamás" ha contemplado renunciar.
Con AFP
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