Lo más alto de la comuna 13 de Medellín, en límites con el corregimiento san Cristóbal, ha sido una zona en disputa por bandas criminales por el control de las rutas del narcotráfico que ha dejado decenas de muertos en los últimos años, la mayoría de jóvenes.
Agroarte es el sueño del rapero Aka y de Wilmar Cortina, quienes decidieron cultivar huertas en medio de las casas para lograr desde allí garantizar la alimentación en zonas vulnerables. Pero además, para sembrar amor y luchar contra la violencia que sigue arrebatando vidas.
La música, el dibujo y la siembra se convirtieron en las mejores herramientas para transformar los barrios. De diez jóvenes, ahora son 400 en cerca de 30 sectores de todas las comunas de Medellín. Tal y como es la historia de Juan Camilo Ríos, quien a sus 17 años solo pensaba en rumba hasta que conoció Agroarte.
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Pero no es solo asunto de jóvenes, también los adultos como Flor Martínez, líder comunitaria de la comuna 13, encontraron en Agroarte el mejor cómplice para replicar lo que mejor saber hacer: trabajar por la gente.
Espacios que antes eran basureros se convirtieron en huertas que suministran alimentos o en jardines que recuerdan a los jóvenes que han caído en medio de la violencia, esa que golpea pero que no ha logrado terminar los sueños de muchos que continúan sembrando un mejor futuro en Medellín.
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