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Crítica sigue siendo la situación de los más de 680 migrantes varados en las playas de Necoclí en el Urabá antioqueño a la espera de que se reabra la frontera con Panamá.
Mientras se espera la atención humanitaria que prometió Migración Colombia, la sede de la alcaldía de Necoclí se volvió blanco de agresiones por parte de algunos de los migrantes.
Nuestras instalaciones, de la administración municipal, fueron violentadas por una persona de nacionalidad cubana que fue dispuesta a disposición de las autoridades competentes.
Además, en la mañana del lunes 150 migrantes se manifestaron frente a la alcaldía para exigir la apertura de la frontera.
“Ellos están un poquito alterados, afortunadamente la Policía se dio cuenta en el momento en el que venían y evitaron que ingresaran”, dijo Cesar Zuñiga, director de Gestión del Riesgo y encargado de la atención a los migrantes.
A la fecha no ha comenzado la atención humanitaria anunciada por Migración Colombia y los migrantes permanecen en carpas en las playas del municipio.
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