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Un nuevo revuelo ha causado el testimonio que entregó el saliente comandante de la Policía de Sucre, coronel Carlos Correa, sobre el crimen de Carlos Ibáñez, Jesús Díaz y José Carlos Arévalo, los tres jóvenes asesinados el pasado 25 de julio en Chochó, Sucre.
Durante una declaración que dio en versión libre ante la Inspección de la Policía, el oficial dijo que, tras conocerse el crimen, brindó apoyo psicosocial a una de las patrulleras implicadas en el hecho para convencerla de que no atentara contra su propia vida, pues descubrió que ella tenía la intención de hacerlo.
Tras conocer esta versión, familiares de las víctimas ahora esperan que situaciones emocionales como estas no sean utilizadas por los policías como estrategia para intentar defenderse.
Carlos Arévalo, papá de uno de los jóvenes asesinados, dice que aludir a problemas emocionales o psiquiátricos son comunes para evadir responsabilidades o evitar ir tras las rejas, pero que la justicia no lo debe permitir.
"Ya me imagino que más adelante van a decir: a fulano de tal, investigado por el caso de Chochó, tuvieron que ponerle psicólogo. Así es que empiezan ellos, pero yo sé que la Fiscalía no lo va a permitir", dijo.
Como se recordará, la Fiscalía y la Procuraduría pidieron cárcel para los policías procesados por este crimen y será la jueza a cargo del caso quien, al término de las audiencias preliminares, determine si los envía o no tras las rejas mientras se cumple el juicio.
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