intentaba disolver una riña que se produjo por un celular. Al parecer quien accionó el arma fue un menor de edad, según su padre Sergio Padilla, quien vela su cuerpo en el barrio Rebolo, donde han llegado masivamente amigos, vecinos y familiares, entre ellos miembros de la institución.
El uniformado se formó en la Escuela de Policía de Medellín y llevaba cinco años viviendo en Bogotá donde además hacía parte del equipo de futbol de la institución. En medio del dolor por saber que su esposa dará a luz a una niña en los próximos días, su padre dijo que perdona a los responsables de su crimen.
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"Yo tengo fe en el Señor y a quien le hizo ese mal a mi hijo yo lo perdono porque Dios nos perdonó a nosotros. Todo se lo dejo a Dios", dijo entre lágrimas.
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