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El próximo 26 de agosto, en el coliseo cubierto Sugar Baby Rojas de Barranquilla, los exjefes paramilitares Salvatore Mancuso, Edgard Ignacio Fierro Flores y José Gregorio Mangones, deberán realizar un acto de perdón público ante sus víctimas en el Atlántico.
Sin embargo, los sobrevivientes del conflicto armado solo esperan que sus victimarios cumplan con los pilares de verdad, justicia y reparación, pues consideran que el acto de perdón "no nace del arrepentimiento genuino", sino del interés sobre una rebaja de penas.
"Queremos que Salvatore Mancuso contribuya a la verdad de toda esta situación y que las víctimas tengamos acceso a la justicia", manifestó Misael Delgado, un desplazado por la violencia al que le tocó salir de su natal Magdalena en el año 2000, luego de que su familia fue declarada objetivo militar por parte del frente paramilitar que comandaba Mancuso.
"Queremos que estos sean consecuentes en informarnos cuántos recursos han entregado, cuántas empresas, cuánto patrimonio para reparar económicamente a las personas afectadas por las acciones de los paramilitares", indicó.
Al acto de perdón se espera que asistan por lo menos 300 de las 1.080 víctimas del Atlántico que fueron caracterizadas en la sentencia que ordena dicho evento público.
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