La Fiscalía y el Ejército anunciaron que en las últimas horas se desmanteló un laboratorio que producía cerca de 150 kilos de cocaína diarios y que estaba ubicado en Sibaté, Cundinarmarca a pocos minutos de la capital colombiana.
Según Ricardo Carriazo, director antinarcotráfico de la Fiscalía, las investigaciones muestran que una parte de la droga sí salía del país con destino final a Estados Unidos pero que gran parte se quedaba en esta región del país para surtir a las bandas criminales dedicadas al microtráfico en la capital del país.
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“Levantan laboratorios itinerantes a pocos kilómetros de las ciudades, los acondicionan con las maquinas necesarias para el procesamiento, y los alquilan a pequeñas organizaciones criminales que se encargan de la contratación del personal, la obtención de los insumos, la producción y transporte del alcaloide, y la búsqueda de los contactos en el exterior para poner el estupefaciente”, declaró Carriazo.
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"Sin duda la cercanía con la ciudadanía era beneficioso para los delincuentes”, añadió.
Por otro lado, las autoridades explicaron que en esta es la primera fase de la investigación que da con la captura de 4 personas que ya están en la cárcel y que están a punto de preacordar con la fiscalía porque tienen suficientes pruebas en su contra.
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El general Ospina explicó que la pasta de coca llegaba desde meta y ahí en el cristalizadero se procesada. Incluso, que ese hallazgo puso en evidencia una nueva modalidad utilizada por los narcotraficantes.
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