Sucesor de Wagner y el precursor de Mahler y Strauss, Bruckner fue un compositor austriaco que, si bien formó parte del mismo ámbito cultural, tuvo diferencias esenciales entre Austria y Alemania. Austria es católica mientras que Alemania es protestante excepto Baviera. A veces se olvidan también las diferencias esenciales entre Prusia y Baviera, y el hecho de que Alemania es un estado de creación reciente en la segunda mitad del S. XIX. Todavía en la época del famoso rey Ludwig II Prusia y Baviera estaban en guerra.
No es posible reconstruir sin huecos el desarrollo del joven Ludwig van Beethoven en la segunda mitad de los años 80: muchas obras se han conservado de forma fragmentaria, y otras se han perdido totalmente.
En ausencia de una historia sobre las Romanzas resulta tentador especular que las romanzas se concibieron para conciertos de violín que nunca llegaron a ver la luz: entre los posibles modelos se hallan los movimientos lentos de los conciertos para piano, K-466 titulado “Romance” y K-491 de Mozart que Beethoven conocía a la perfección.
El Rondó para piano y orquesta en si bemol mayor, que escucharemos para comenzar este capítulo, al igual que muchas otras obras de Beethoven como el concierto para violín en do mayor no se conserva copiado en todas sus partes. Fue editado póstumamente en 1829, una vez que el antiguo alumno de Beethoven Carl Czerny hubo completado la parte de piano y la partitura de orquesta.