Raúl Gómez Jattin, poeta de los márgenes, del desgarro y del amor desbordado, nació hace 80 años, el 31 de mayo de 1945 en Cartagena. De ascendencia siria, el autor de "Esplendor de la mariposa" y la antología poética "Amanecer en el Valle del Sinú", entre otros, fue un cronista de su propia ruina, pero también un místico del cuerpo, de la pasión y de lo que no encaja en la normalidad. 📻 Desde el Archivo de la HJCK compartimos esta pieza grabada en 1992 con Gómez Jattin leyendo su poema "El Dios que adora" con su voz, esa misma que aún resuena en los callejones de Cartagena y en la historia de la poesía colombiana.
Una vez más fue vivaldi quien asentó el estándar de oro. En el inicio de uno de sus conciertos de su colección mas vendida, publicada en 1711, desvergonzadamente titulada “l” Estro armónico o “inspiración armónica” Vivaldi nos transporta a través de un fascinante e intrigante viaje de acordes solos. Esta es su historia.
Dos textos de diferentes autores, pero conectados por una línea. Empezaremos con "El mar muerto del amor", escrito por Gonzalo Arango y, luego, "Manifiesto: Hablo por mi diferencia", de Pedro Lemebel. "El mar muerto del amor" hace parte del libro Obra negra escrito por Gonzalo Arango. Este texto fue publicado en mayo de 1976 en Buenos Aires. La edición que leeré a continuación es del Fondo Editorial Universidad Eafit y la corporación Otra parte. "Hablo por mi diferencia" de Lemebel, es el manifiesto que fue leído en público por primera vez en 1986, en la estación de ferrocarril Mapocho de Santiago de Chile, mientras estaba teniendo lugar una reunión clandestina de disidentes izquierdistas.
En esta conversación la escritora colombiana Catalina Navas habla de su novela "Correr la tierra", una historia de una mujer sin nombre y un apellido recién descubierto.
Nos salimos de la novela y vamos a leer un discurso. Este texto fue escrito por el filósofo colombiano Estanislao Zuleta y fundamental para acercarse a su pensamiento. Lo pronunció en noviembre de 1980 cunado la Universidad del Valle le otorgó el doctorado Honoris Causa.
Esta es la continuación de la historia del movimiento. Además, Ómar Ospina habla de Fembrass, una agremiación de mujeres que interpretan instrumentos de viento metal como la trompeta, corno, trombón, eufónico y tuba. Con la misión desarrollar proyectos educativos y proyectar a las mujeres instrumentistas a nivel nacional e internacional; creando espacios y oportunidades para todas en el ámbito musical.