Pecola es una niña pequeña que vive con sus padres y tiene una prima que se llama Claudia. Le gustan las muñecas y las caléndulas, que no le gustan a nadie excepto a ella. Pecola es negra y cree que es fea porque no se parece a Shirley Temple. Y tiene un truco para desaparecer cuando sus padres se pelean o su padre la molesta por las noches: piensa que unos preciosos ojos azules, que tiene todo el mundo admira su belleza y que las otras niñas la envidian. Pero ese sueño nunca se convertirá en realidad y Pecola seguirá atrapada en la triste vida que le ha tocado en suerte.
Tras revivir la noche en que murió el soldado Cristian Steven Reyes, la historia avanza hacia un terreno más oscuro. El llanto de sus hermanas contrasta con la extraña calma de su viuda, que pronto se rehízo su vida. La confesión de un sicario adolescente destapa una red de traiciones y secretos que empiezan a explicar por qué este crimen sacudió al municipio de Montenegro, Quindío.
El presidente intervendrá mañana en la Asamblea de la ONU con una propuesta para crear una Fuerza Armada de Paz que detenga la guerra en Gaza y ponga fin al genocidio en Palestina. Mientras tanto, en Colombia se viven horas de tensión: el ministro de Defensa anunció recompensas por cabecillas de las disidencias de las FARC tras dos azonadas que dejaron 64 militares retenidos, y se reporta crisis humanitaria en Antioquia y Bolívar por combates entre grupos armados. Además, la vía al Llano volvió a sufrir bloqueos y el Deportivo Cali femenino celebró su bicampeonato en una final de infarto.
En más de 30 años de actuación, Andrés Parra se ha puesto en la piel de narcos, dictadores, empresarios y hasta de un sacerdote. Pero tal vez el papel más complejo fue el de interpretarse a sí mismo. A ese personaje decidió renunciar hace unos años, junto con las adicciones que lo tenían atrapado. En este episodio nos comparte su historia.