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Para muchos colombianos, tener vivienda propia sigue siendo un sueño difícil de alcanzar.
Y no es para menos: el precio de los inmuebles sube constantemente, y el mercado de finca raíz se vuelve cada vez más inaccesible. En ese panorama, muchos optan por arrendar en lugar de comprar.
Aunque existen subsidios y programas del Gobierno para facilitar el acceso a la vivienda, en muchos casos no son suficientes. Aun así, para muchos jóvenes, adquirir casa propia sigue siendo una meta.
Así lo reveló un reciente estudio de Camacol Bogotá y Cundinamarca, que analizó la realidad del mercado desde la perspectiva de quienes hoy están empezando su vida laboral y familiar.
El informe “Oferta y Demanda de Vivienda”, elaborado por Camacol, desmiente la idea de que los jóvenes han perdido el interés por adquirir vivienda propia.
Según Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, los jóvenes sí tienen el deseo de contar con estabilidad patrimonial, pero enfrentan múltiples obstáculos para lograrlo.
Según Chiriví, los jóvenes deben enfrentarse a realidades económicas, demográficas y sociales complejas, lo que representa un gran desafío al momento de tomar la decisión de comprar vivienda.
"Es necesario encontrar soluciones innovadoras, incluyentes y adaptadas al contexto actual del país”, apuntó.
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El estudio identificó los principales factores que limitan el acceso a vivienda para la población joven en Colombia:
Estos dos elementos son determinantes, ya que dificultan la aprobación de créditos hipotecarios, incluso para quienes tienen el interés y la capacidad de ahorro.
Pese a las dificultades, el Gobierno Nacional cuenta con varias herramientas de apoyo para facilitar la compra de vivienda, especialmente para hogares de bajos ingresos y jóvenes.
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