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Los tradicionales sapitos, los beso de negra, los jugos o los palitos de queso de la tradicional repostería Astor dejarán de venderse en las sedes de Laureles y El Poblado porque ese ícono de la ciudad anunció el cierre de esas dos tiendas.
Natalia Vélez, directora comercial y de mercadeo de la repostería Astor dijo que "es una realidad que ya tenemos muchas restricciones durante muchos meses y en aras de poder sostener la marca en el futuro tuvimos que tomar decisiones, que no son fáciles, pero garantizan que podamos perdurar en el tiempo. Hay que recogerse un poco para tomar fuerzas y continuar fortalecidos".
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Seguirán abiertas al público la tradicional sede en Junín y las de San Lucas, Viva Envigado, Unicentro, Los Molinos y el Centro Comercial Unicentro.
"Estamos aprendiendo una nueva manera de hacer las cosas. Empezamos a descubrir que hay canales distintos. Lanzamos la tienda virtual y nos fue muy bien, pero debemos cerrar esas dos sedes porque sino no íbamos a llegar a las metas que teníamos", agregó Vélez.
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La directora comercial de la repostería dijo que por ahora no habrá despidos de ninguno de los 180 empleados, y por el contrario, quienes estaban en las dos sedes cerradas pasarán al área de domicilio que tiene más demanda en esta época de pandemia.
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El tradicional Astor que fue fundado en 1930 en Medellín no desaparecerá, pero esta pandemia si le obligó a reinventarse y ahora vender sus dulces, postres y jugos a domicilio mientras pasa el coronavirus.
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