que el tumor que padecía la paciente no era maligno.
El Consejo de Estado condenó al centro médico por el mal diagnóstico médico y ordenó el pago, como indemnización, de 300 millones de pesos por perjuicios morales y daño a la salud. Además, el Consejo ordenó la práctica de procesos de rehabilitación a la paciente.