La familia de Candelario Gutiérrez, un anciano de 80 años que vivía en el municipio de Ponedera, asegura que este no murió a la hora en que lo dictaminó la clínica de Barranquilla donde se encontraba internado, con acta de defunción incluida, sino que falleció varias horas después de que les entregaran su cuerpo y este fuera trasladado a la población del sur del Atlántico.
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Según Margarita Gutiérrez, su padre estaba internado en la clínica por diferentes padecimientos pulmonares y allí les informaron que había muerto a las 7:00 de la mañana de este martes.
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De acuerdo con su relato, la familia trasladó el cuerpo hasta Ponedera en una carroza, dentro de una bolsa negra, para proceder al sepelio, pero cuando los encargados de la preparación comenzaban a manipularlo lo encontraron caliente y les manifestaron que estaba vivo.
“Nos dijeron que la causa del fallecimiento había sido natural, nos entregaron el acta de defunción y su cuerpo dentro de una bolsa negra. Luego de eso, nos fuimos”, afirma.
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El cuerpo de Candelario fue depositado en su cama y, según sus familiares, abrió los ojos y agarró la mano de uno de sus hijos. Después de esto, decidieron llamar una ambulancia para que trajera una cápsula de oxígeno, pero no llegó a tiempo.
La familia asegura que Candelario murió a las 6:30 de la tarde de este martes tras soportar el padecimiento del traslado de casi dos horas dentro de una bolsa. Piden que su caso sea investigado.
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