En la décima expedición Antártica, el capitán Alexis Gratz Bonilla, jefe de crucero, compartió su experiencia de los 52 días que han transcurrido desde la salida de Colombia en El Radar. Este ha sido un viaje que ha llevado al equipo a enfrentarse a las duras condiciones del territorio Antártico, después de pasar por etapas de instrucción e intercambio científico en Chile.
“En este momento completamos 52 días, de los cuales llevamos 11 ya aquí en el territorio Antártico, pero antes pasamos por Chile donde hicimos una etapa de instrucción, de intercambio científico en el puerto de Valparaíso. Posteriormente pasamos a Punta Arenas, que es la última ciudad grande antes de realizar ese cruce, saliendo de Sudamérica”, indicó.
El capitán destacó la preparación necesaria para afrontar un viaje de estas características, subrayando la importancia de la formación en condiciones extremas, tanto física como mentalmente. La tripulación, compuesta por hombres y mujeres de la Armada Nacional, ha adquirido competencias profesionales a lo largo de sus carreras, pero la travesía en aguas polares requería un entrenamiento adicional, especialmente para enfrentarse a las bajas temperaturas y las difíciles condiciones climáticas.
“Desde que decidimos esta opción de meternos aquí a la Armada Nacional, tanto hombres como mujeres, hemos adquirido todas las competencias, todas las capacidades profesionales que la institución nos ha suministrado para realizar una travesía de estas. Digamos que para nosotros no es ajeno tener que realizar operaciones de 30, 60 días, 90 días, no es nada extraordinario”, mencionó.
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El buque ARC Simón Bolívar, construido íntegramente en Colombia, es el protagonista de esta expedición. Con 82 metros de eslora, 15 metros de manga y un desplazamiento de alrededor de 3200 toneladas, es el buque más grande de la Armada Nacional. Su capacidad para realizar investigaciones en la columna de agua lo convierte en un recurso valioso para estudios oceanográficos.
Los científicos a bordo han estado trabajando en 12 proyectos de investigación de nueve instituciones colombianas y tres internacionales. Uno de los objetivos principales es comparar los datos recopilados en esta expedición con los obtenidos hace 10 años, para evaluar las variaciones y el impacto del cambio climático.
Entonces queremos ver esa comparación entre esos datos de hace 10 años y los de ahora como para tratar de determinar más o menos cuánto ha sido esa variación y que tanto ha afectado ese sentamiento global
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En cuanto a la columna de agua, el capitán explicó que esta franja desde la superficie hasta la plataforma marina es crucial para comprender los procesos físicos, químicos y biológicos que tienen lugar en el océano. La información recopilada revela niveles de oxígeno y nitrógeno que garantizan la vida marina, especialmente para especies esenciales en la cadena alimenticia.
“Toda esta columna de agua, los niveles de oxígeno se mantienen siempre supremamente altos, lo cual garantiza la permanencia y la posibilidad que vivan especies básicas de la cadena alimenticia”, puntualizó.
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