Siempre se ha escuchado que el salmón es una de las comidas más saludables, pero poco se habla de los efectos secundarios que causa en el medioambiente su cultivo industrial.
Así lo advierte el diario El Espectador en un artículo publicado el miércoles, en el que reseña que los pescadores artesanales piden detener el cultivo industrial por el daño que está generando.
En el caso específico de Chile, el segundo país que más produce salmón en el mundo (después de Noruega), el año pasado se presentó una mortandad nunca vista de peces y pájaros cerca de las procesadoras del pez rojo.
Cuenta el diario que, aunque no se ha comprobado, una empresa salmonera habría arrojado al mar cinco toneladas de salmones que se les habían descompuesto en sus granjas, generando la mortandad.
Sin embargo, el Gobierno argumenta que la crisis se debió al fenómeno de El Niño.
La coordinadora de campañas de Greenpeace Chile, Estefanía González, aseguró que cada salmonera en Chile tiene el tamaño de una cancha de fútbol y una profundidad de 30 pisos, donde los salmones viven hacinados.
“Se les dan antibióticos y químicos que luego liberan a través de la defecación, generando muchos nutrientes que favorecen que se den mareas rojas, que son supremamente tóxicas y causan la mortandad de varias especies”, advirtió la ambientalista.
En todo caso, hay temor sobre el daño que pueda estar causando el cultivo industrial del salmón, ese que los colombianos comemos sin saber su historia, procedencia y causas adversas.
*Vea aquí el artículo completo de El Espectador.
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