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Víctor Santana, un hombre de 65 años, fue declarado culpable por el asesinato de dos menores de edad, ambos de 17 años, cuyo ´unico pecado fue fumar marihuana en su garaje. El caso se registró en Ohio, Estados Unidos, y desató un debate jurídico acerca del legítimo derecho a la defensa ante intrusos en propiedad privada.
Según Santana, ejerció su legítimo derecho a la defensa, ya que los adolescenes estaban en su propiedad y él solo pretendía defenderla. Sin embargo, el juez desestimó el argumento.
De acuerdo con el abogado de Santana, Lucas Wilder, su cliente tomó el arma cuando vio a los intrusos con inteciones de acceder a su vivienda.
Wilder aseguró que su cliente desconocía si los adolescentes tenían armas y pretendían agredirlo.
“En ese momento, el miedo lo invadió y decidió disparar”, aseguró el jurista en declaraciones retomadas por el medio estadounidense Dayton Daily News.
Un tercer joven, que estaba con ambas víctimas, se escondió debajo del carro que estaba en el garaje y resultó ileso. Su testimonio fue clave para condenar a Santana, ya que declaró que el hombre abrió la puerta y disparó sin miramiento contra sus dos amigos.
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