El hallazgo de los cadáveres de tres mujeres de entre 27 y 47 años en una vivienda de Springfield, Massachusets, ha causado honda conmoción en los Estados Unidos. Una simple luz trasera rota condujo a los investigadores tras una cadena de pistas que tiene al supuesto asesino en serie Stewart R. Weldon contra la pared.
El sospechoso fue capturado hace una semana cuando transitaba en un vehículo junto a una mujer. La infracción de tránsito motivó que agentes le hicieran la parada, pero el hombre no se detuvo.
Los policías iniciaron una frenética persecución y lograron detenerlo. La sorpresa fue mayor cuando del carro descendió una mujer clamando ayuda y asegurando que Weldon la tenía privada de su libertad desde hacía un mes.
La aparente víctima, cuya identidad ha sido protegida,acusó a Weldon de haberla agredido también con un martillo.
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Los misterios de la mente de un asesinoPublicidad
Los médicos que atendieron a la denunciante anotaron que tenía una posible fractura de mandíbula, rasguños, hematomas antiguos y recientes, heridas de arma blanca en el abdomen y rastros de lesiones contundentes. Además, la mujer manifestó haber sido violada en repetidas oportunidades.
Cuatro días después, en medio de una abrumadora evidencia, agentes allanaron la residencia del sospechoso y encontraron los restos de tres mujeres que fueron identificadas como Ernestine Ryans de 47 años, América Lyden de 34 y Kayla Escalante de 27.
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Todas las víctimas habían sido reportadas como desaparecidas, según el fiscal del distrito de Hampden, Anthony Gulluni.
Dos de las tres mujeres fueron objeto de informes de personas desaparecidas en Springfield, dijo el fiscal de distrito de Hampden Anthony D. Gulluni.
El espeluznante caso recuerda la Casa del horror de Ariel Castro en Cleveland, hace cinco años, en la que cuatro mujeres permanecían esclavizadas y eran víctimas de atroces maltratos.