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En una jugada inesperada, Prada, la marca de lujo italiana, acaba de comprar el 100% de Versace por 1.250 millones de euros (unos 1.380 millones de dólares), cerrando un acuerdo definitivo con el grupo estadounidense Capri Holdings.
Con esta adquisición, dos gigantes de la moda italiana se unen para crear un nuevo coloso del lujo con ingresos combinados de más de 6.000 millones de euros.
Este movimiento rompe la tendencia de los últimos años, donde marcas italianas como Gucci, Fendi o Bottega Veneta han pasado a manos francesas. Prada, al rescatar a Versace, lanza un mensaje claro: Italia aún puede liderar su propia moda.
Estamos encantados de escribir un nuevo capítulo con una marca que comparte nuestra pasión por la creatividad y la artesanía
Versace fue comprada en 2018 por Capri Holdings por más de 2.000 millones de dólares. Hoy, el acuerdo se concreta por una cifra mucho menor, reflejo de la crisis que sacude al sector del lujo. La marca, famosa por su estilo exuberante, ha perdido brillo en ventas, bajando un 6,3% en 2024.
Pero hay señales de resurrección. En marzo, Versace nombró como director creativo a Dario Vitale, procedente de Miu Miu (la marca joven de Prada), en lo que ahora parece una jugada anticipada a la fusión. Vitale fue clave en el éxito reciente de Miu Miu y muchos esperan que repita la fórmula en Versace.
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Aunque Prada y Versace tienen estéticas casi antagónicas —el minimalismo elegante frente al barroco provocador—, los expertos ven potencial en la fusión. “Prada puede devolverle el alma a una marca que se estaba apagando”, afirmó el asesor Antonio Bandini Conti.
El cierre definitivo del acuerdo se espera para el segundo semestre de 2025. Hasta entonces, el mundo de la moda observa con atención si esta unión marca el renacimiento del lujo italiano o solo un intento más en tiempos inciertos.
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