Colombianos varados en Sao Paulo, Brasil, claman por vuelo humanitario sin costo

Mónica Ramírez es una de las colombianas que permanece en las instalaciones de la terminal aérea a la espera de un retorno humanitario a Colombia. Cuenta que la situación es “inhumana” y aun más cuando a Sao Paulo llegó el invierno.

“Es inhumano ver a colombianos que solo esperan una repatriación, durmiendo en el piso, aguantando frio. Es triste ver a niños de seis años diciendo ‘Llévenme a la casa de mi abuelita en Bogotá, no quiero seguir viviendo en el aeropuert’”, cuenta Ramírez.

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El grupo de 244 colombianos lo componen 25 niños, mujeres embarazadas, adultos mayores, personas que realizaban turismo y colombianos que vivían en Brasil y que lo perdieron todo en tiempos de pandemia, quedándoles como única opción regresar a Colombia solo con su ropa.

A través de una solicitud por correo a las autoridades diplomáticas colombianas, varios de estos colombianos dicen haber recibido en respuesta un mensaje en el que les especificaban que, para acceder a un vuelo humanitario, cada pasaje puede costar 350 dólares, dinero con el que ninguno de sus compatriotas cuenta.

Asegura que cada colombiano goza de buena salud, ninguno tiene síntomas de COVID-19. Y es que las autoridades brasileñas los han estado acompañando, monitoreando y hasta los vacunaron contra la influenza.

En medio de esta incertidumbre, han contado con la solidaridad tanto de brasileños como de colombianos residentes, en especial de tres médicos; dos barranquilleros y uno guajiro, que al enterarse de la situación de sus compatriotas decidieron unir esfuerzos y llevar ayudas que les permitan palear la espera de un eventual vuelo humanitario.

Se trata del Dr. Manuel Majjul, de Barranquilla, médico ginecólogo y pediatra, el Dr. Adelmys Curvelo, neurólogo de Riohacha, La Guajira, y el también barranquillero el Dr. Roberto Rafael Lora Lugo, médico ginecólogo, gestor en salud y médico Laboral.

Gracias a la gestión de estos galenos colombianos, algunos de ellos con más de 20 años de residencia en Brasil, hay un hospital dispuesto a recibir sin costo a los colombianos que lo requieran.

Igualmente se suman al llamado al Gobierno colombiano para que no olvide a estos ciudadanos que, pese a las dificultades, no pierden la esperanza.