Como resultado de una operación aún en desarrollo, autoridades pusieron al descubierto una red dedicada al tráfico de sustancias anabólicas de venta en gimnasios y tiendas de Bogotá y otras ciudades del país.
Blu Radio conoció de manera preliminar que para hacer efectivo el contrabando de los estimulantes hormonales, que al parecer eran mezclados con concentrado para animales antes de ser envasados, los delincuentes clonaron la identidad de una compañía europea experta en la producción de dichos insumos.
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Así, valiéndose de maniobras a través de Internet, aseguraron el etiquetado y tránsito de los productos desde Tailandia, en el Continente asiático, pasando por Francia hasta llegar a territorio colombiano.
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Además del menor costo en la producción, que les garantizaba a los importadores ilegales un importante margen de rentabilidad, la estrategia les permitía generar confianza en el mercado, a pesar de los componentes que podrían incluso significar un riesgo para la salud.
La promoción de los productos en el país se hacía a través de hombres y mujeres esbeltos y con cuerpos muy bien tonificados, de tal forma que incentivaran su consumo. La investigación continúa.
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