El miércoles, 19 de enero, hacia las 10:30 de la noche, un carro bomba explotó en Saravena, Arauca, cerca de una oficina de transporte y a un edificio donde quedan las oficinas de diferentes organizaciones sociales y de derechos humanos, dejando un salgo de una persona fallecida y 20 heridos.
El atentando, que se atribuyeron las disidencias de las Farc, afectó algunos locales comerciales, incluso cuatro cuadras a la redonda a los hechos.
Uno de ellos fue el de Édison Gutiérrez, el gerente de Cootradelsa, una empresa de transporte cuyas pérdidas ascienden a más de 242 millones de pesos.
“Las empresas hemos surgido con verraquera. Estamos en la primera planta, lo que nos quedó de equipos los pusimos ya a funcionar y estamos operando porque de esta salimos adelante con ayuda de Dios”, dijo.
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Juan Francisco Lozano es el propietario de un edificio en el que hay 10 locales comerciales. Él sacó un crédito hace dos años con el fin de construir este edificio, después del atentado, todos los establecimientos resultaron afectados.
“Nosotros estamos trabajando y somos víctimas. No estamos ni de un lado ni del otro, solamente pedimos que nos dejen trabajar en paz y si el Gobierno de buena manera nos quiere colaborar, que nos colabore como víctimas que es lo que realmente somos”.
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Según la Cámara de Comercio de Piedemonte, hay 694 empresarios afectados debido al carro bomba, los daños materiales ascienden a más de 47.000 millones.
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