El ministro de Defensa, Guillermo Botero, se sostiene en que es mucho más barata la aspersión aérea con glifosato que la erradicación manual de los cultivos ilícitos, una posición que defendió este jueves ante la Corte Constitucional.
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En entrevista con BLU Radio, el funcionario manifestó que, por hectárea, la fumigación aérea cuesta entre 2 millones y medio y 3 millones de pesos.
“Mis cálculos son asertivos, bien hechos. En este caso los aviones existen, están en perfecto estado de funcionamiento. Solo es su mantenimiento y el costo directo de fumigar está en los valores que yo creo porque los aviones no se los estoy cargando al proceso”, explicó.
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De otro lado, el ministro enfatizó en que, de mantenerse la actual política de no aspersión aérea con glifosato, se llegaría en poco tiempo a 300.000 hectáreas de coca.
Escuche la entrevista aquí:
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