Los audios que tienen contra las cuerdas a Marlon Marín y a varios funcionarios

BLU Radio tuvo acceso a una de las interceptaciones telefónicas que tiene contra las cuerdas a Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez y hoy testigo protegido ante la justicia de Estados Unidos, dentro de las investigaciones por corrupción con los recursos del postconflicto.Se trata de una llamada telefónica que dura exactamente cuatro minutos y 14 segundos en la que Marín habla con uno de los empresarios que estaba estructurando un proyecto de vivienda que sería financiado ilegalmente con la plata de la implementación del acuerdo de paz.Vea aquí: Gobierno contrató auditoría para recursos de paz y resaltó testimonio de Marlon MarínEn la primera parte, Marlon Marín habla con el supuesto empresario de cómo están estructurando el proyecto.En el segundo audio, son más explícitos, hablan de que el proyecto ha subido de 20.356 millones de pesos para 80 familias a 22.206 millones de pesos por unos ajustes que le hizo Marín.El tercer audio es el más contundente. Ahí aparece una frase que es clave en la investigación: “hay plata para todos ahí”. Esa es una de las cientos de llamadas que tiene grabadas la Fiscalía como pruebas para presentar en cada una de las audiencias de imputación que fueron anunciadas por el fiscal general. El fiscal general, dijo que el testimonio de Marín, que duró horas en medio de un interrogatorio de la fiscalía, dio los primeros nombres de intermediarios, empresarios y alcaldes que se habrían beneficiado indebidamente de los dineros para La Paz. Ese testimonio es clave para la citación que hará el ente acusador de imputación de cargos por el delito de concierto para delinquir a algunos de ellos. Los fiscales identificaron 12 intermediarios que habrían tratado de beneficiar a determinados empresarios. El líder de todos era precisamente Marlon Marín. También identificaron 22 empresas que habrían colaborado en el entramado criminal. El fiscal general dijo que Marlon Marín cobraba para él y su familia el 5 % del valor total de los contratos y no el 12% “como lo hacían los políticos tradicionales”, decía.